Como tenía ganas de joder, le cambié la url a este sitio que mucho no ha crecido en este último tiempo. En la dirección anterior, como verán, no hay nada. O algo parecido a la nada. O peor que la nada, porque es algo. Lo peor de todo es que es algo parecido a un error. Y los errores son peores que nada. La verdad, no tengo demasiado para decir.
Hubiera matado definitivamente el blog si no le guardara tanto cariño. O respeto que es peor que cariño. Lo cierto es que lo dormí y lo trasladé dormido y ahora no sabe cómo carajo llegó hasta aquí. Si lo matara, la humanidad no perdería nada. Ni ganaria nada que es peor que perder algo. En fin.
No voy a matar el blog. Lo voy a dejar que se suicide, si quiere. Y si algún día se suicida es porque quiso. Ahora, cómo se va a poner cuando se de cuenta de que no se murió todavía, já.