Ciertos recuerdos del invierno suelen guardarse enganchados en los pulóveres, de una temporada para otra.
Cada manojo de hebras de lana es un puñado de evocaciones.
Luego de asistir al final de la Cenicienta, regresó casa como la Bella Durmiente.
Pero despertó antes.
Allí donde no se distingue entre la paz y la soledad.
Justo allí.
Sin duda, mi otro sabría que hacer en estos casos.
Él me prestarÃa las palabras que yo no puedo encontrar. Él anularía mi sexo y mi género.
Él, como suele hacerlo, se clausuraría.
No sin antes borrar las huellas.
Él vuelve a la casa de los padres.
La primera y única gota de la lluvia cayó sobre su frente.
Hace algunas semanas decreté la amistad de
Nohorbee.
Nota: el jugar compulsivamente es perjudicial para la salud.
Dicen.